Esta entrada va dedicada a mi prima. Ayer noche hablé con ella y le dije que hoy comíamos aquí. Cuando iba a pasar unos días en verano a su casa, siendo yo pequeña, sus padres nos llevaban a bañarnos y recuerdo la playa dividida por una cuerda que la atravesaba, también recuerdo los vestuarios, y, como no, lo que disfrutábamos.. Este lugar emblemático de la ciudad, está prácticamente abandonado. Todavía se pueden ver las dos pistas de tenis con la alambrada que la rodeaban, y los pilares que en su día sostenían, imagino, lo que fueron pérgolas.. En medio de su declive, es un sitio para la nostalgía y la ciudadanía se resiste a verlo desaparecer para convertirse en un puerto deportivo. La terraza-bar funciona todavía y hacen un cuscús buenísimo, he disfrutado con ese solecito templadito de invierno y el suave sonido de las olas contra las rocas... Este lugar no debería desaparecer nunca.
No me resisto a poner las fotos que he hecho con el móvil.
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| La entrada |
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| El cañizo todavía aguanta |
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| ¿Qué soportarían estas columnas? |
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| El Mediterráneo y las rocas |
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| ¿Cómo aliñarán estas aceitunas que están tan buenas?. Son mi perdición.. |
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| Unos calamaritos mientras esperamos .... |
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| .. el cuscús... |
Querida prima, que sepas que me he acordado de ti y que siempre serás mi prima del alma. Y todavía tenemos que tomarnos muchos "cuscuses" hasta que los Baños del Carmen aguanten..
